El Parkinson una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central, consiste por tanto en una degeneración de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra y del núcleo estriado que sintetizan un neurotransmisor especifico “dopamina”. La función principal de la dopamina es la regulación y control de los movimientos.
Algunos síntomas típicos que se manifiestan son: la inexpresión facial, la escasez en los movimientos automáticos, la inclinación del tronco hacia adelante y un deterioro generalizado de la marcha produciéndose los fenómenos de inmantación .
Los síntomas del Parkinson no solo se presentan a nivel físico con la manifestación de síntomas evidentes, sino que conlleva como toda enfermedad crónica una serie de síntomas a nivel psicológico que en muchas ocasiones son las que más limitan a la persona que lo padece.
La Memoria y la atención
El área cognitiva abarca muchas funciones cerebrales, algunas de las cuales actúan de forma interrelacionadas como es el caso de la memoria, y la atención (sentirse distraído, desorganizado, o tener la dificultad para planificar y llevar a cabo tareas.) dificultad en la concentración, presentan problemas a la hora de recordar información, y pueden presentar problemas a la hora de encontrar palabradas correctas al hablar.
El pensamiento se lentifica considerablemente, y aunque suelen presentarse olvidos, la presencia de estos por si solo no es significativo.
Existen ha día de hoy innumerables formas de prevenir el deterioro cognitivo, mediante ejercicios mentales, que ayudan a la persona aprender nuevas formas se asociaciones y de estrategias que les ayuden a recordar y a interiorizar nuevas formas de afrontamiento para un correcto funcionamiento mental.
Área emocional
Frecuentemente el estado emocional del enfermo puede verse afectado.
Es el resultado de muchos factores que se interrelacionan entre si, provocando una serie de comportamientos manifiestos y/o encubiertos que presenta la persona. Este área está compuesta por muchos factores, que hacen que la persona tenga una serie de comportamientos y conductas que llevar a actuar de manera determinada.
Las personas con Parkinson tienden a manifestar estados se tristeza apatía, y desesperanza, en muchas casos se presentan estados depresivos, que provocan que la persona que lo padece actué muchas veces en contra de su bienestar vital.
Un estado emocional saludable y positivo ayudara en gran medida a que la persona pueda mantener una calidad de vida digna, facilitara el manejo de nuevas estrategias, y servirá en gran ayuda a la hora de potenciar actividades físicas y sociales.
La depresión:
En la enfermedad de Parkinson la depresión es uno de los trastornos emocionales más frecuentes. Se estima que alrededor del 30-50% de los afectados de enfermedad de Parkinson desarrollarán síntomas depresivos en algún momento a lo largo del curso de la enfermedad.
Se debe, por un lado, a las alteraciones en los circuitos que dependen la serotonina y la noradrenalina, implicadas en la regulación de nuestro estado de ánimo y de nuestra ansiedad, afectados por la propia enfermedad. Por otra parte, los problemas emocionales también pueden precipitarse por factores psicosociales, tales como la valoración que hace el afectado de su estado y de los recursos personales de los que dispone para afrontar su propia situación.
El Estrés:
Se producen cambios en la vida de la persona que sufre la enfermedad, y en la de sus familiares. Muchos de estos cambios requieren que la persona que los padece movilice sus recursos personales para afrontar la situación.
Estos cambios conllevan estrés. En ocasiones, dicha situación estresante es demasiado intensa o su duración es demasiado prolongada en el tiempo, interfiriendo en la vida social, familiar, laboral y emocional de la persona y se traduce en el deterioro de la salud y el empeoramiento de la calidad de vida.
La ansiedad:
Aproximadamente, uno de cada tres afectados de enfermedad de Parkinson sufre problemas de ansiedad, que pueden ir desde la inquietud hasta las crisis de angustia. En algunos afectados de enfermedad de Parkinson, el inicio de los síntomas motores, como la congelación de la marcha, pueden generar crisis de angustia. En otros, pueden experimentarse episodios similares a los ataques de pánico en fases off de la enfermedad.
Trastornos psicóticos:
Por otro lado, debido a la propia medicación antiparkinsoniana, pueden aparecer trastornos psicóticos (delirios y alucinaciones), problemas en el sueño (sueños muy reales y problemas para concebirlo y mantenerlo) y trastornos de control de impulsos (ludopatía, hiper o hiposexualidad).
Trastornos cognitivos:
También pueden aparecer trastornos cognitivos, no relacionados con la enfermedad directamente, pero sí con probabilidad de aparecer, ya que la Dopamina (neurotransmisor afectado en la enfermedad) contribuye a la aparición de dichos déficits. Los que más factiblemente pueden aparecer son los siguientes:
- enlentecimiento del procesamiento de la información,
- déficit de atención,
- alteración de las funciones ejecutivas,
- déficit visual y espacial,
- alteraciones de la memoria.
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