Los hombres también tienen más probabilidades de deprimirse que las mujeres si su lugar de trabajo presta poca atención a su salud psicológica.
Las empresas que no ponen como prioridad la salud mental de sus empleados provocan el aumento de la tasa de depresión entre su personal hasta en un 300%. Así lo ha concluido un equipo de investigadores de la Universidad de Australia tras un año de estudio en diferentes sectores poblacionales de trabajadores.
Teniendo en cuenta que nuestro lugar de trabajo es como nuestro segundo hogar, por la cantidad de horas que pasamos en él, es lógico pensar que las condiciones de este entorno puedan tener una influencia significativa en nuestro bienestar físico y mental. El estudio se centró en cuantificar precisamente el efecto que un ambiente de trabajo tóxico puede tener en nuestro estado de ánimo.
Los resultados, publicados en el British Medical Journal, se basaron en una serie de cuestiones basadas en el clima de seguridad psicosocial (PSC) del entorno laboral, esto es, las políticas, prácticas y procedimientos orientados a proteger la salud y seguridad mental.
En dichas conclusiones hallaron que los lugares en los que se respira un clima tóxico, plantean un riesgo de depresión mayor que el de morir de una enfermedad cardiovascular o sufrir un accidente cerebrovascular en jornadas laborales de muchas horas. En este sentido, el estudio también evidenció que los hombres eran más propensos que las mujeres a sufrir depresión si sus empleadores descuidaban su salud psicológica.
»La evidencia muestra que las empresas que no recompensan o reconocen a sus empleados por el trabajo duro, imponen demandas irrazonables a los trabajadores y no les dan autonomía, están colocando a personal en un riesgo mucho mayor de depresión», comenta Amy Zadow, líder del trabajo que publica la revista BMJ Open.
Se cree que la depresión afecta a unos 300 millones de personas, y los informes indican que más personas han estado sufriendo de mala salud mental debido a la pandemia. Por ejemplo, los datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales muestran que uno de cada cinco adultos en el Reino Unido experimentó depresión entre enero y marzo, frente a uno de cada 10 antes de la crisis del coronavirus.
ACOSO LABORAL
Sorprendentemente, los investigadores también descubrieron que el acoso no solo afecta el bienestar psicológico de la víctima, sino también el perpetrador del acoso y a los testigos. Agregó que los costos globales del acoso y el agotamiento son significativos como resultado del ausentismo y la baja productividad. Para abordar este problema, Dollard pidió un «cambio organizacional de alto nivel».
«En este estudio investigamos el acoso en un contexto grupal y por qué ocurre. A veces, el estrés es un desencadenante del acoso y, en el peor de los casos, puede establecer un nivel de comportamiento ‘aceptable’ para otros miembros del equipo. Pero sobre todo, el acoso se puede predecir a partir del compromiso de una empresa con la salud mental, por lo que se puede prevenir», concluyen los autores.
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